miércoles, agosto 30, 2006

cabaret




Este sabado todos al cabaret. Y traigan a los demás que van a estar los otros. Asi se conocen, digo.

http://el-cabaret-voltaire.blogspot.com/

lunes, agosto 28, 2006

Game, cambio de lado

Carlo: Profesor, me pareció verlo en la entrada de la conferencia que dio ayer el Doctor Haiam.
Profesor: Si, yo también lo vi a usted.
Carlo: ¿Le resultó de interes?
Profesor: No. Pero por suerte tomé la precaución de llevar mi gameboy conmigo.
Carlo: Su estilo es un poco seco, si, pero a mi me pareció que dijo algunas cosas muy lucidas durante la noche.
Profesor: No lo se, estaba concentrado en el tenis para gameboy.
Carlo: Puede que hubiera algunas fallas en el núcleo de su discurso.
Profesor: Realmente no puedo hacer un juicio informado. Estaba muy enfrascado en el juego.
Carlo: Y ese tono monótono que emplea puede resultar bastante tedioso.
Profesor: Si Ud. lo dice.
Carlo: Y realmente no dijo nada que no hubiera pensado yo por mi cuenta.
Profesor: Ahí no puedo ayudarlo ya que desconozco el contenido de la conferencia. El tenis para gameboy ocupaba toda mi atención.
Carlo: Y esas patillas le sientan espantosamente.
Profesor: ¿Si? No lo recuerdo.
Carlo: ¿Y que me dices del ruido que hace con la garganta?
Profesor: No… No lo recuerdo realmente.
Carlo: Tiene Ud. razón, profesor. Ese Haiam no sirve de mucho.
Profesor: Yo no creo que una vida humana pueda definirse en términos de utilidad.
Carlo: ¿Humano? Haiam no es un humano. Es un monstruo espantoso al que hay que detener a tiempo.
Profesor: No sabría. Estaba jugando al gameboy.

sábado, agosto 26, 2006

La muerte del Señor Boyd

Oswald, rola tabaco. Ya siento venir las nauseas y fumar me alivia un poco. Bah, no escuches a mi mujer, el cigarrillo es lo único que me mantiene vivo. Y cierra un poco la ventana. No, no hace falta que te pares, si estiras el brazo puedes alcanzarla.

Oswald, viejo amigo. Déjame contarte sobre mi pequeña perdida. Mi diminuto abismo de lo que ya no es. Cuando pasas tanto tiempo en cama como yo, el ambiente en el que estas cobra un peso enorme que se da por la conjunción de sus detalles. La silla en la que te sientas, por ejemplo, me ha merecido una tarde entera de observación, la miré por partes y en relación a otros objetos. La imaginé con los ojos cerrados reproduciendo contra el interior de mis parpados los más imperceptibles detalles del viejo roble. Y asi con todo: El diseño de la alfombra (que tiene sutiles variaciones en el aparente patrón), la mesa de dibujo, el busto de Ibsen, mis manos viejas, el radiador…

Pero sobre lo que más he posado la mirada en estos últimos meses es en el techo. Es natural, considerando que casi no me levanto de la cama. Mira que blanco es. Lo pintamos la semana pasada. Antes tenía manchas de humedad en aquella esquina, y aquí, contra la pared. Las manchas eran muy sugerentes, como suelen ser las manchas y las nubes. Veía en ellas todo tipo de imágenes que incluso me aparecían en sueños. Era realmente agobiante de a momentos, pero no podía dejar de mirarlas. Incluso cuando leía la mirada se me desviaba de a momentos hacia el techo.

Mi mujer no quería que lo pintáramos. Tuve que mudarme al cuarto de visitas y ella tenía miedo que me hiciera mal trasladarme mucho. Pero insistí. Las imágenes eran cada vez más molestas y asfixiantes.

Oswald, mi amigo. Si supieras cómo me arrepiento. Ya no hay nada, ¿Entiendes? Ahora cuando miro veo el techo… Blanco. ¿Podrías alcanzarme el mechero de aquel cajón? Ya siento venir las nauseas.

miércoles, agosto 16, 2006

Lógica irrefutable

Jaime: Los otros días me pareció ver una vaca fumando pipa. Pero una segunda mirada más atenta me reveló que no se trataba de una vaca sino de dos chilenos. Uno vestía ropas de tenis.
Carlos: ¿De quien era la pipa?
Jaime: No lo se. No quise preguntar por pudor.
Carlos: Ha de ser robada. Mal habida. Los chilenos son rufianes.
Jaime: Y uno era judío.
Carlos: ¿Cual?
Jaime: El que estaba al lado del otro.
Carlos (pensativo): ¿Justo al lado, o apartado unos metros?
Jaime: Compartían la pipa.
Carlos (asiente): Entiendo.
Jaime:…
Carlos: Puede que fuera una vaca, entonces.
Jaime: Lo dudo.
Carlos: Te pido que dejes abierta la puerta al desconocido.
Jaime: Supongo que es posible.
Carlos: Si, eso.
Jaime: Quiero decir… puede haber sido una vaca. Que más da. No soy experto.
Carlos: Pero aguarda un momento, Jaime. ¿No has dicho que había un tenista?
Jaime: Si, el judío.
Carlos: Eso agrega un factor que desequilibra y pone en peligro la primera suposición.
Jaime (intrigado, expectante): … ¿Qué? ¿Cómo?
Carlos: Todos saben que las principales exportaciones de chile son en recursos naturales y agrícolas…
Jaime (interrumpiéndolo): Yo no lo sabía.
Carlos: No tiene importancia, Jaime. A lo que voy es que nunca nadie escuchó hablar de un tenista chileno, incluso me parece licito aseverar que no hay tal cosa. No forma parte de sus exportaciones. Pero si vacas. Vacas vacas y vaquitas.
Jaime (entendiendo todo de repente): Ah.
Carlos: Comprendes entonces que no podía tratarse de una vaca que fumaba.
Jaime: Si. Ahora lo veo claramente.
Carlos: ¿De donde sacaría el tabaco?
Jaime: Claro.
Carlos: Ahora la pregunta es: ¿Qué era realmente?
Jaime: Dejémoslo, ya empiezo a cans…
Carlos: ¡Lo tengo!
Jaime: ¿!Que!?
Carlos: La pipa era tuya, y no fumabas tabaco sino drogaina.
Jaime (indignado): Imposible.
Carlos: Te pido que dejes abierta la puerta al desconocido.
Jaime: ¿De donde voy a sacar yo drogaina?
Carlos: Eso es tema tuyo, hombre. No pretendo inmiscuirme en tus cosas personales.
Jaime: Ya veo. Así que eso era… ¿Tendré que pedir ayuda?
Carlos: No creo. Si fue esa única vez no corres riesgo de adicción.
Jaime. Ah… Que susto.

martes, agosto 01, 2006

Hacelo por mi



For Mat. Entendes?