domingo, octubre 05, 2008

El Karate-Do

Cuando era Profesor de Karate muchas veces me toco sufrir la incómoda situación de tener que rechazar un soborno. Ocurría con cada nueva camada de estudiantes. Después de terminada la primera clase alguno de mis alumnos se demoraba un poco en ponerse los zapatos, esperando que los demás se fueran, para sacarme el tema cómo al pasar. Decían cosas como “¿Y cuántas tomas son en total… las de Karate?” o bien “La toma de Karate que vimos hoy es muy interesante, ¿Tiene variaciones?”. Y al final, algunos con vergüenza y otros con absoluta desfachatez, me proponían que les enseñara alguna otra toma de Karate a cambio de un dinero extra.

Yo les aseguraba que el ritmo de la clase estaba pensado para que el desarrollo fuera completo, pero no faltaban los que no entendían el mensaje e insistían, a veces aduciendo que ellos tenían una facilidad especial para las artes marciales. “Yo por lo que vi de esta primera clase, me salen las tomas de Karate con bastante facilidad, mucha más que a los otros. A los mellizos colorados les pego a los dos juntos”, decían mientras me arrugaban billetes contra la palma de la mano.

Incluso me hacían ofrecimientos de peor calaña. Recuerdo a una muchacha de dieciséis años que me acorraló contra una pared y me suspiró al oído “Déle, profe, una tomita de Karate. Venga a casa y me muestra cómo se rompen esos tablones tan duros.” Pero yo era incorruptible, cómo la ética del Karate-Do lo dicta, y nunca caí en la tentación de vender mi conocimiento a quien lo buscara por medios reprobables.

***

Gaspar (Mirando alrededor para ver si ya se fueron todos sus compañeros): Que cosa, ¿no? El Karate.

Sensei: Si.

Gaspar (Tirando una piña al aire): Sale derecha para fuera, ¿no?

Sensei: Como una flecha para adelante.

Gaspar (Riendo): Si, si… Es impresionante eso de la flecha, muy bien dicho… (Ofreciéndole la mano) Gaspar, me presento.

El Sensei le da la mano e inclina la cabeza.

Gaspar: Japonés, ¿no?

Sensei: ¿El Karate?

Gaspar (Riendo): No, no, el saludo… inclinando así la cabeza. (Saluda)

Sensei: Si.

Gaspar: Y el Karate también (silencio) Japonés, ¿no?

Sensei: Nace en Okinawa.

Gaspar: Eso es impresionante. Okinawa… una isla.

Silencio

Gaspar: Se usa mucho en Japón el Karate, ¿no?

Sensei: Si. Lo enseñan mucho en las escuelas.

Gaspar: ¿Ves? Eso es impresionante. ¿Acá qué enseñan? ¿Volley?

El Sensei sonríe

Sensei: Bueno, Gaspar, nos vemos la clase que…

Gaspar (Interrumpiéndolo. Nervioso. Con la mano en el bolsillo de la billetera): ¿Qué tomas de Karate otras hay, así de enseñarme? Pero enseñarme como clase… pagando.

Sensei: La próxima clase vamos a ver algunas nuevas. Si querés ir adelantando podés practicar lo que hicimos hoy.

Gaspar (tirando una piña al aire): Si… la flecha (Se rie). Es increíble la flecha.

Silencio. Después de unos momentos Gaspar saca la billetera, la abre, y le extiende un billete de cien pesos al profesor.

Gaspar: Esto no es por nada, se lo doy y no tiene que… Es por la clase de hoy nomás.

Sensei (Levantando una mano en señal de rechazo): Muchas gracias, Gaspar, pero el gimnasio me paga las clases.

Gaspar: Bueno, es que yo también quisiera aprender alguna otra cosa. Alguna otra… toma de Karate, Sensei.

Sensei (Suspirando profundamente): El hombre del Karate-Do sabe que está en un camino cuya meta es cada uno de los pasos. No hay que adelantarse. Gichin Funakoshi solía decir que si la meta de la vida fuera la muerte, la vida no valdría la pena. La meta de la vida es la vida misma… el camino.

Gaspar: Eso es impresionante. Esas cosas también… Aparte de las patadas… Hay cosas que te dejan pensando.

Sensei: El Karate requiere una vida de Honor y Desprendimiento.

Gaspar (Guardando los billetes): Yo leí que el Karate se aprende para no tener que usarlo nunca.

Sensei: Así es.

Silencio.

Sensei: Bueno, nos vemos la clase que viene.

Gaspar: Si… Voy a practicar lo de hoy. (Tira una piña al aire) Derecho.

El Sensei saluda a Gaspar inclinando la cabeza y Gaspar le responde el saludo de la misma forma. El Sensei sale por la puerta.

Gaspar (En voz baja): Te cago a piñas, cagón.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

great


pf

Anónimo dijo...

Mat... tengo la sospecha de que los que hacen karate no usan la expresión "toma de karate". Me suena un poco amateur como hablar de box diciendo que le dio una piña, en vez de un uper cut o un jab, de hecho si buscas "toma de karate en google" todas las citas son de gente que noentiende nada de karate. Es como decir poses en vez de asanas en yoga.
El cuento me gusta mucho igual. Me recuerda un chiste que hizo reir a mi viejo, en una revita; un tiupo medio borracho se asomaba por la cortina que separa los de turista de los de primer y decía - Yo le rompo la cara a cualqueira de primera!:

ah... y encontré esto buscando lo de las tomas:

Extractado del capítulo "Jutsu y Do - El Arte y el Camino", del libro de Seikichi Toguchi: "El Zen y el Camino del Guerrero".

"No existe puerta en el camino de la vida que rehuse abrirse ante aquellos que quieren pasar. Si quieres ir a cualquier parte, no importa qué camino elijas, hay miles y todos son buenos. Si, con suerte, alcanzas tu meta, el camino desaparecerá y tú te convertirás en el camino".

pf again

Anónimo dijo...

yo una vez me compré un cinturón negro y nadie me dijo ni mu.

mucho desprendimiento y honor pero cuando saqué mi billete de 10 pe, lo agarraron calladitos y largaron cinturón...

quien me va a negar que soy cinturón negro ahora que tengo uno?
vos mat? vos? quien?

i shit you to pineapples.

Anónimo dijo...

Me encantó. Como siempre, muy cinematográfico. Cha-cha-cha en un gimnasio estándar de Villa Crespo. Muy bien. El anterior también me gustó.

Un abrazo

Mikel dijo...

Yo tengo para mí que el Sensei lo sacó todo por la vía monetaria, como ejemplifica la señorita, y que Gaspar sin demasiado trabajo lo "caga a piñas". Pero sería un acto del todo inmoral. Gaspar es un personaje de profunda virtud y sentido de moralidad. Como cuando le dice que el dinero "no es por nada".

Anónimo dijo...

todas las veces que el tipo tira la piña al aire, yo me reí.
todas esas veces.
taz

Mateo dijo...

logré mi cometido

Anónimo dijo...

poner una sonrisa en la carita de un pequeño niño de la villa pueyrredón.

Filth_Pig dijo...

eh...... evidentemente no tienen ni idea de qué están hablando.
Monetaria...ustedes no se cruzaron con un sensei de verdad, evidentemente, ni tampoco pueden escaparse de su propia miseria.
Son tristes