Estaba realmente furioso y no
medí mis palabras. Le dije lo que pensaba sobre su asquerosa lasagna. Escupí mi
insulto en voz baja y corrosiva desde atrás de un cigarrillo fresco, como si
nada. La maldad le despeinó los bucles y me miró incrédula unos segundos,
profundamente dolida. Después reaccionó. Levantó el cenicero de vidrio de la
mesa y me lo tiró, pegándome de lleno en la frente. El golpe me hizo inclinar
la cabeza hacia atrás, y el cigarrillo se me escapó de los labios y salió dando
giros por el aire. El cenicero cayó intacto sobre la mesa y un instante después
el cigarrillo cayó adentro, en perfecta posición de cigarrillo que espera ser
fumado, con la brasa en el centro y el filtro posándose delicadamente en la
caladura destinada a tal fin. Lentamente estiré el brazo y lo agarré, le di una
honda pitada y volví a apoyarlo en su lugar. Por fin la miré y le dije con saña:
¿Viste lo que hice?
martes, agosto 07, 2012
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7 comentarios:
WOW! hace poco me contaron una parecida, con una discusión de pareja, una tostada revoleada al techo, quedándose pegada mermelada mediante, y segundos después la tostada cayendo en la mano de uno de los noviandos!
muy bueno...imaginate una novela que se mueva a este ritmo, como una película hecha con comerciales de tv...
che brasa es con ese
una braza debe ser una medida lineal para ver a cuantas brazas está el fondo del mar...
ya estamos listos para leer otro
y date una vuelta por mi blog que estoy muy productivo
pf
escribir y ser feliz no son derechos, son deberes. just do it
ya
las manos arriba de la cintura! jaja
jajaj increíble la situación, si lo pones en una pelicula lo tildarian de inverosímil, como siempre la realidad supera a la ficcion, igualmente debo aplaudir tu comentario final para salir Airoso del asunto.. muy bueno el blog
Saludos
Otra joyita onírica.
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