jueves, mayo 26, 2005

Mamá-Karina, Bruce, ernesto y yo -vacaciones en la selva-

Apenas llegar, pequeña tragedia: muere uno de los pibes por efecto de una picadura de víbora. La tragedia es pequeña porque el pibe era escueto. Al segundo día, los ánimos recuperados a medias, celebramos el cumpleaños de Mamá-Karina. Que no es la madre de nadie pero como es la única mujer le asignamos el papel. A ella no le molesta que le digamos Mamá, le molesta que le digamos Karina, porque su nombre es Silvina.

Ya entrada la primer semana y asignados los turnos de cocina y lavado, a Bruce se le ocurre afeitar a algún mono. Todos nos sumamos a la idea, no porque nos parezca demasiado buena, sino porque Bruce la cuenta con mucho entusiasmo. Salimos a la búsqueda del mico. Por error afeitamos una tortuga y eso nos pone tristes. Desistimos del plan.

A los siete meses, aparece un fantasma y nos dice los números que van a salir en el Quini. Le jugamos y perdemos. Pero por poquito. Bruce termina de disecar bien la cabeza del pibe muerto y se arma un partidito de fobal.

Al año, Mamá-Karina hace la observación de que la vegetación es tupida y después se ríe durante horas diciendo que “la vegetación estúpida”. ernesto también se ríe un poquito. Yo no. Karina trata de explicarme el chiste pero yo le digo que ya lo había entendido pero no me causaba gracia. Esa noche encuentro un oso adentro de mi cama y sospecho de Mamá-Karina.

El tercer año no pasó demasiado. Hubo un incidente con un mazo de cartas marcado, pero la cosa se aclaro de inmediato y a las piñas.

A los siete años de llegar, Bruce y ernesto le insisten tanto a Mamá-Karina que se toque algo que sepamos todos, que Mamá-Karina desenfunda la guitarra y toca todos los temas de Sui generis. Después la vuelve a guardar. Desde ese día nadie mas le pide que toque. En realidad yo si, una vez, pero por error.

A los diez años Bruce se cae al piso con tanta mala suerte que se queda pelado. Para consolarlo, ernesto le regala una partecita chiquita de su cerebro. Lamentablemente, es la parte que usaba para hablar y ernesto queda mudo de un ojo.

A los treinta años, Mamá-Karina, se hace amiga de un mono. Le pone de nombre Lito y después se ríe durante horas diciendo “monolito”. Bruce también se ríe. Yo no. Mamá-Karina me explica el chiste y cuando lo entiendo me rió bastante.

A los cuarenta años, festejamos de nuevo el cumpleaños de Mamá-Karina. Ernesto se emborracha y saca la conclusión de que todo es etéreo. Bruce dice que por ahí tiene fiebre pero al final resulta que estaba iluminado. Cuando se le pasa el efecto del alcohol, sigue iluminado y sale a recorrer el mundo predicando el camino de Sidharta. Yo lo acompaño los primeros cincuenta metros pero después me vuelvo.

Cuando ya habían pasado noventa años desde que llegamos, Bruce y Mamá-Karina se esconden un ratito atrás de un arbusto. Nueve meses después tienen un hijo y le ponen de nombre Mateo. Mateo tiene todos los atributos humanos menos la nariz. Igual no nos burlamos porque sólo habla en latín y no nos entendería. Además burlarse de la afección ajena es de mal gusto.

Al rato Mamá-Karina me llama por telefono pero como se olvida de marcar el cuatro. La comunicación es muy mala y solo le entiendo la mitad.

Unos meses mas adelante, Bruce y yo le empezamos a decir Karina a Mamá-Karina y Mateo le empieza a decir mamá. Nos visita ernesto y nos pide que lo ocultemos unos días porque la policía lo anda buscando. Le preguntamos si sigue iluminado y nos contesta que no tanto.

A la semana de la llegada de ernesto, Mateo se queda dormido jugando al tenis y deja de respirar. El más afligido parece ser Bruce, pero Karina y yo también estamos tristes. Nos quedamos todos parados cerca de un árbol a esperar que llueva.

Cinco minutos después, yo tengo un dejavu y vuelve a pasar todo lo mismo que en el segundo párrafo. Pero en vez de una tortuga afeitamos una milanesa de ternera. Bruce dice que la operación es muy sórdida pero no explica porque. Mamá-Karina se enoja y le dice pelado de mierda. Después se armó groso.

Hace unas pocas horas, yo empiezo a fantasear con la idea de hacerme cristiano. Averiguo por ahí y los que atienden me dicen que no puedo porque tengo deudas de la patente de mi auto. Me pongo triste.

13 comentarios:

Patricio W dijo...

Muy buena historia!!! Estas del orto Mateo!!!

Gugú dijo...

Que le haces el orto a Mateo?!?!

Gugú dijo...

ay, que ordinaria que soy.


a veces creo que me iría mejor si fuese más delicada.
o femenina.
o rubia. Es más fácil ser delicada o femenina si se es rubia.
yo nunca fui rubia, pero cuando veo una pienso:
Aahhhh, ESA es la posta.

Gugú dijo...

Menos Su Gimenez.
Su Gimenez no es ni delicada, ni femenina.

Tampoco es rubia...

Pero a ella le va bien igual.

Germán W. dijo...

bien

Anónimo dijo...

¿y qué pasó después?
dale, dale...

Anónimo dijo...

Mateo, la sabiduría te persigue, pero vos vas más rápido.
No lo dijo un anónimo sino groucho marx pero no se anonimaba a ponertelo por escrito

edgardo f.pla

Boy dijo...

Me gusta el relato... si escribís mil de esos vas allegar a un estilo revolucionario y quizás encontremos cosas imporantes...si el mundo no se acaba y la istoria sigue un poco más algún boludo va a querer ser istoriador y para hacerse el canchero va a estudiar un minúsculo movimiento (como el vovimiento de las orejas) cultural representado por los tipos estos que se juntan en Bun y escriben en estos buldogs y va a querer compararlos con el grupo de picasso, dali, breton, juan gris, y esos que hacían cosas raras.
Este istoriador va a decir que se caracterizaban por evadir los compromisos mediante una constante busca del sinsentido y la burla, lo cual en el fondo es lo que hace el minero cuando cava y saca y saca cosas que están entre el oro y su cuenta corriente.
Pero esto es más divertido. Eso es lo que la istoria no va a entender.

bueno acá tienen las putas haches...mudas de mierda hhhh

Anónimo dijo...

Yo lo único que quiero sabes es cuánto hay que pagar para salir pelirrojo...

Anónimo dijo...

saber saber saber "rrrrr"

Mateo dijo...

La verdad que no se, cuando yo me hice estabamos en el uno a uno.

Anónimo dijo...

No tengo habla pero tengo sentimientos, si, a vos papaf

Boy dijo...

los papaf y las papafritas no somos parientes

se basa todo en un error de la oficina de immigración