ernesto siempre está tratando de demostrar que existe la telekinesis. Se sienta durante horas frente a mi colección de bastones con el seño fruncido y la mirada fija. Hasta ahora sólo ha logrado que los bastones se muevan unos pocos metros. Natasha lo anima a que siga intentando y el asiente afligido, y con concentración renovada, se da a la labor. Cuando Natasha me preguntó si creía que algún día lo iba a lograr, yo le respondí que para mi aunque los bastones sólo se movieran unos pocos metros, ya era telekinesis.
Una vez Natasha se confundió. En vez de tomar su medicación se comió tres kilos de drogas. Quedó totalmente endrogada.
Natasha pide perdón por cosas que no hizo. Viene y dice: “Cuando maté a Franz Ferdinand no sabia que iba a haber una guerra, lo siento tanto”. ernesto y yo, preocupados, vamos a la enciclopedia a ver si es cierto y descubrimos que no. Entonces la interrogamos: “¿Porque nos mientes, querida hermana?”. Y ella contesta: “Para no aburrirme”.
ernesto es hábil golpeándose la cabeza con la palma de la mano en movimientos parejos y suaves. También sabe frotarse la panza con movimientos rápidos y circulares. Pero cuando trata de hacer ambas acciones simultáneamente, ahí es donde fracasa.
Una vez Natasha caminaba por la calle y se unió a un grupo de jovencitas colegiales que iban a una olimpiada de matemáticas con una vianda bajo el brazo. Natasha resolvió los problemas matemáticos con diligencia y atino. Cuando se iba, además, se afanó las viandas y las trajo a casa. Yo compré un fernet y una coca de dos litros y nos hicimos una panzada.
Cuando éramos chicos, ernesto y yo vivíamos al borde de la muerte en un hospital de Almagro. Todavía tenemos pesadillas idénticas en las que nuestras sombras se vuelan con el viento más suave.
Cuando vamos a las carreras, siempre le apostamos al caballo que tenga el jockey más religioso. De esa manera, si no gana, sabemos que esa religión no sirve. Si gana, salimos a festejar con la plata de la apuesta y le compramos alfalfa al caballo. Del caballo siempre se acuerda Natasha que es la más sensible.
Yo una vez conté un chiste mientras Natasha y ernesto tomaban y les salió la Fanta ®
por la nariz. Juraron venganza. Ayer, mientras me bañaba, ernesto y Natasha tiraron una radio prendida adentro de la bañadera. Cuando, en el hospital, los acusé de intento de homicidio, ellos sacaron a colación el incidente de la Fanta y yo callé avergonzado.
Natasha, la autoproclamada campeona de la pulseada, pierde todas las pulseadas. Esto, sin embargo, no parece alterar la alta estima en la que se tiene en lo concerniente a esta disciplina. Yo una vez la dejé ganar más por curiosidad que por pena y desde entonces no la puedo mirar a los ojos.
miércoles, junio 29, 2005
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
8 comentarios:
el incidente de la radio me trae muy buenos recuerdos.
nostalgia,nostalgia
Mat,
Sos mi escribidor favorito.
Your Gugness.
PD. ¿Por qué ernesto en minúsculas?
oops you did it again
No se, Gugi, algo habra hecho.
Me alegro de que hayas roto el silencio, Mat. Los fans estabamos empezando a chiflar.
Vuelvo a sentir que hay un estilo, un patern. Y que eso es sólido. Que trasciende la idea ocurrente del momento. Igual que con Mr. Boyd, que es fiel a si mismo. Creo que esto señala la diferencia entre un tipo que escribe y un escritor.
(Te vi escribiendo en el espejo del excelente boceto que filmó Simón y ahí eras un tipo que escribe, no unescritor, ademas la letra era de otro)
Te aviso que ya estamos pidiendo más.
Me encanto!! Es de primera Mat. Mandalos a un concurso!!!!!
si Mat!! Competí competí competí, mandalos con Peti !
no compitas mateo. aprende de mascherano: mira como lo ovacionan a el.
Publicar un comentario