viernes, abril 25, 2014

El fin justifica los miedos

Pocas cuadras antes de morir en Congreso, Álvarez Thomas se bifurca, como si supiera. Nace Galván, donde está el CEMIC. Galván pasa a ser Huidobro, que se convierte en Mitre, que después es Fondo de la Legua. Y así siempre, las calles van cambiando de nombre hasta llegar a Chile y al Pacífico.

Pero yo sé que Álvarez Thomas se dio cuenta de que venía Congreso y se bifurcó. Tenía la esperanza de que alguna parte de él lo sobreviviera, y así fue. Porque esa conciencia de la finitud era hereditaria, y es en Galván donde termina de refinarse, donde pasa de ser una sensación incierta a un concepto acabado y pronunciable. 

En la esquina de Galván y Quesada había un cartel con el nombre de las calles, y a la noche el farol estiraba la sombra del cartel contra la pared de la esquina, y era lindo. Alguien con un aerosol fue y pintó encima de la sombra. La trazó perfectamente para que coincidiera con la sombra verdadera. Y fue más lindo, porque uno pasaba al mediodía y ahí estaba la sombra.

Y un día alguien sacó el cartel. Ahora la sombra sobra. Pobre farol.


7 comentarios:

Boy dijo...

Ahora la sombra sobra.
Agarrate del pincel que me llevo la escalera.
Hay nombres, por ahí, de personas que ya no existen.
Cabos sueltos que la Naturaleza no sustenta.
Un invento humano.
Un paliativo a la desesperación.
Como el alma.

(que bueno que viniste! Welcome back, Mat!)

Boy dijo...

antes se decía que un caballero solo puede luchar por una causa perdida.
Sostener un blog que se hunde en la indiferencia popular está emparentado con esa caballerosidad.
las especies en riesgo de extinción tienen un encanto trascendente que a su vez se emparenta con las estrellas fugaces y la magia del atardecer o la inasible inspiración.

Boy dijo...

Hay un patrón que solo los cobardes queremos negar: Las calles reciben nombres por horribles deseos de inmortalidad de los descendientes. Ser pariente de una calle consigue mejores novios, mas negocios, mas atención en las reuniones sociales.
Yo votaré al concejal que se anime a ponerle a cada calle el nombre de "Esta" que no ayudará a la gente a orientarse en la ciudad, per sí en la realidad.

Boy dijo...

Mat, dale uno por día. Vos podés.
va a ser un maravilloso sopapo a la soberbia realidad derrotada.
Uno por día...n'importe qua.
a veces podes poner solo una plabra como ... pirámide ...y nos dejas pensando


el coran no lo condena









Mikel dijo...

muy bueno el primer parrafito mat. no empieza una novela de saer así?

Anónimo dijo...

parrafito?

mikel...

Lu dijo...

coincido con boy