Yang Mao Tai era considerado un vago por todas las personas del pueblo. Pero la verdad es que era un trabajador incansable, lo cual hubiera sido evidente para cualquiera que lo viera trabajar. Se había ganado aquella fama porque, en vez de bajar al río con los demás a rezar para que no hubiera sequía, lo hacia frente a un balde de agua. Un día, su hija, Yang Ken nuan, le recriminó esta actitud, diciéndole que por su culpa ella tenía que sufrir las burlas de los vecinos. Yang Mao Tai le limpió delicadamente una de las lágrimas mientras sonreía extasiado. Con muchísimo cuidado, apoyó la lágrima sobre una hoja de bambú, y, sin dejar de sonreír un instante, llevó a cabo los rezos tradicionales.
viernes, abril 13, 2007
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7 comentarios:
Mat!!! es como la chica que camina, sin zapatos, a 20 cm del puso. Es como el globo rojo!!!!!
Estoy feliz. C.
quién puso el piso?
Paf
(en un aeropuerto con 5 horas de espera no se puede esperar de mi buenos chistes ni buenos modales)
muy bueno. yo por eso ahora me dedico a pintarle las uñas a mi chica.
preety.....
un chino pensado por un occidental es menos sabio que un chino pensado por un chino?
es que los chinos usando ese poder espiritual de la sabiduria ancestral, así cualquiera...
(chino=oriental, para nosotros, los ojos redondos)
para mat y sus lectores:
http://instruct.westvalley.edu/lafave/hb.html
Uno de esos relatos que se pueden aplicar a mil cosas.
Tantas que no hace falta nombrar ninguna.
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