miércoles, diciembre 17, 2008

Qué confusión más divertida

Estoy parado hace rato mirando una puerta angosta que apareció en la pared de mi cuarto. Ayer no estaba. Cuando salí hoy de casa no estaba.

¿Alguien entró, rompió la pared y puso una puerta? Pero no hay polvo en el piso. La puerta parece haber estado ahí siempre.

¿Qué habrá del otro lado? Serán mis vecinos, la familia Bonisano, comiendo un pollo frente a la tele. Tal vez querían vivir en la misma casa conmigo y como no se animaban a pedirme mandaron a poner una puerta.

Debo abrirla pero no me atrevo.

¡Debe ser un portal! Un fenómeno sobrenatural. Es la puerta a un lugar asombroso ¿O terrible?

Tal vez hay una casa idéntica del otro lado de la puerta con otro yo, y tal vez el otro yo también está parado ante la puerta y no se anima a abrirla.

O la puso el gobierno.

Esta puerta no estaba acá esta mañana.

Voy a abrirla. Soy valiente. Fuerza. Ahí va.

¿Toallas? ¿Remedios? Esto no es una puerta, es un armario. Y ahora que lo pienso, yo no tengo un inodoro en el cuarto.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¡qué confusión más divertida!

quielo

Anónimo dijo...

A mi me gusta que diga "y ahora que lo ´pienso..." porque podría haber hecho como Elmer de Sesame street y meterse toda la mano dentro de la boca y gritar "¡Ahhhh!" Pero no. Él dice "y ahora..." y en este punto el lector se mete la mano entera en la boca y dice "¡Ahhhhh!. Así es, la persistencia de la calma tras abrir la puerta, arranca al lector de la ciencia ficción y lo empuja a la tierra de la locura.
Hay una sola.

Anónimo dijo...

next please


pf

Franky dijo...

Claro tontín, estabas en el baño! Que tontis eh?